Pascua

Pascua… es el tiempo del paso de Dios por nuestra vida, por nuestra comunidad, por nuestra Provincia,
por nuestra Congregación, por nuestro mundo e historia,
lavándonos los pies y curándonos las heridas más íntimas,
acercándose a nuestras miserias, levantando las vidas que se caen
o son derribadas, llenando nuestras alforjas de semillas…

Es el tiempo de confesar la vida, de defenderla y cuidarla con mimo y alegría,
de hablar poco y vivir intensamente, de arriesgar todo por ir tras sus huellas,
de sentarse a la mesa con el corazón en ascuas, de esperar contra toda esperanza…

Pascua… es tiempo de iniciar una nueva vida como quien inicia un nuevo día, feliz y esperanzado,
aunque no sepa qué le deparará la jornada, como si fuera primavera
con toda la naturaleza despierta por dentro y por fuera,
o como el rocío que al campo y a las flores se ofrece
para que muestren su belleza y no alborota ni sueña con ser torrente, mar u océano…

Es tiempo de iniciar una nueva vida abriendo puertas y ventanas, oreando nuestra mente y
nuestras entrañas, soñando con las hermanas y hermanos, amándonos como él nos ama,
construyendo Reino y familia, cuidando la casa y la tierra y viviendo con gozo, desde ahora,
allí donde el corazón y las circunstancias nos lleven y pongan…

Pascua… es tiempo de iniciar una nueva vida naciendo del Espíritu,
aunque no lo entendamos, dejándonos amar y mecer por Dios,
que es padre y madre entrañable y, en su desmesura, nos busca,
enamora y quiere como nadie;
disfrutando de la fe y el diálogo en compañía de quienes caminan a nuestro lado
y de la creación entera, que sufre y goza porque se siente en parto…

Es tiempo de flores, sueños y utopías; de gritos, cantos y aleluyas;
de inmersiones profundas, de confesiones sinceras, de liberaciones radicales;
de abandono de cadenas, amuletos, miedos e historias
y de señores antiguos y nuevos, para sentir y vivir la vida…

Pascua… es tiempo de presencias y encuentros; de saludos, paz, abrazos y comidas;
de envío a la periferia, a rincones lejanos y abandonados…

Es tiempo en el que el Señor resucitado pasa por toda la tierra, por todas las personas, por
los lugares y sendas olvidados, por el centro y la periferia de nuestra vida e historia…

Clar ( Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas)

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