Tiempo de la Creación

El Tiempo de la Creación es una época para renovar nuestra relación con el Creador y toda la creación a través de la celebración, la conversión y el compromiso juntos. Durante el Tiempo de la Creación, nos unimos a nuestras hermanas y hermanos de la familia ecuménica en oración y acción por nuestra casa común.

Este periodo comienza el 1 de septiembre, con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y termina el 4 de octubre, en la fiesta de San Francisco de Asís, el santo patrón de la ecología amado por muchas denominaciones cristianas.

A lo largo del mes de celebración, los 2.200 millones de cristianos del mundo nos unimos para cuidar de nuestra casa común.

La historia del Tiempo de la Creación

En 1989 el Patriarca Ecuménico Dimitros I proclamó el 1 de septiembre como el Día de Oración por la Creación para los ortodoxos.

Posteriormente, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) extendió la celebración hasta el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís. Por su parte, en 2015 el Papa Francisco hizo oficial el Tiempo de la Creación para la Iglesia Católica Romana. 

Al respecto, el Papa Francisco expresó en 2015:

“La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará anualmente, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos. La celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos”.

El Papa y el Vaticano

En los últimos años, el Papa y el Vaticano han mostrado un liderazgo más profético al animar firmemente a todos los católicos a participar en el tiempo ecuménico.

Monseñor Bruno-Marie Duffé, Secretario del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, ha escrito cartas invitando a todos los católicos a «unirse a la familia ecuménica en la celebración del Tiempo de la Creación».

Mons. Duffé ha repetido el llamamiento del Papa Francisco para que todos los católicos se unan al tiempo y también ha animado a “los obispos y a los organismos eclesiales a hacer declaraciones para sensibilizar sobre esta celebración, ayudando a los fieles a descubrir que ‘vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” (LS 217).

Un tema nuevo cada año

Cada año, el Comité Directivo Ecuménico sugiere un tema y proporciona recursos que orientan la celebración del Tiempo de la Creación; en 2019 el tema fue “Red De Vida”, el Papa Francisco dirigió un mensaje con motivo de la celebración donde expresó“Fuimos pensados y llevados al centro de una red de vida compuesta por millones de especies unidas amorosamente por nuestro Creador”

Durante la celebración, se pudo reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede y debe involucrarse para seguir tejiendo la Red de la Vida a la cual todos pertenecemos. 

El tema de 2020 fue “Jubileo Por La Tierra”, el Papa también compartió un mensaje en el que nos recordó que “en la Sagrada Escritura, el Jubileo es un tiempo sagrado para recordar, regresar, descansar, reparar y alegrarse”. Se trató de un año marcado por una nueva realidad, en la que todos los seres humanos recordamos que somos vulnerables y que, además, necesitamos de los otros para subsistir, la pandemia de COVID 19, aún con todo el dolor causado fue y sigue siendo, una oportunidad para que todos volvamos los ojos a Dios.

Con alegría, pudimos constatar que durante el Tiempo de la Creación 2021, miles de personas y comunidades participaron en eventos vivificantes, iluminando el camino de nuestras hermanas y hermanos más vulnerables, que buscan esperanza en medio de una pandemia y del recrudecimiento de la crisis climática, entre otras crisis que afectan a nuestro mundo.

¿Quiénes pueden participar en la celebración del Tiempo de la Creación?

Todos: creyentes y no creyentes. Porque todos estamos llamados a vivir en armonía, siendo custodios responsables de nuestra casa común, lo que implica que todos debemos comprometernos en el cuidado de la vida en todas sus formas, recordemos que cuidar no solo se refiere a proteger, sino que necesariamente implica amar, contemplar y sentirse parte de la obra creadora de Dios. 

El Tiempo de la Creación es un tiempo propicio para que reflexionemos sobre la importancia de la conversión ecológica, de trabajar en para el logro de una Ecología Integral y, sobre todo, para reconocer que la creación entera habla de la belleza de su autor. 

Te invitamos a que te animes y hagas parte de esta celebración a nivel personal, familiar y comunitaria. Comparte publicaciones en redes sociales con el hashtag #SeasonofCreation o #TiempoDeLaCreación.

2022 Tiempo de la Creación Tema: Escuchar la voz de la creación

Cada año, el comité directivo ecuménico que ofrece esta Guía de Celebración propone un tema para el Tiempo de la Creación. El tema para este año 2022 es: Escuchar la Voz de la Creación.

Durante la pandemia de COVID-19, muchas personas nos hemos familiarizado con el concepto de ser silenciados o silenciadas durante las conversaciones virtuales. A menudo, las personas que utilizan una plataforma no tienen la capacidad de anular ese silencio. Incluso son más las personas que ni siquiera tienen acceso a plataformas digitales, por lo que sus voces nunca se escuchan. Muchas voces se silencian en el discurso público sobre el cambio climático y sobre la ética de la conservación de la Tierra. Son las voces de quienes sufren los impactos del cambio climático. Son las voces de quienes poseen una sabiduría generacional sobre cómo vivir con gratitud dentro de los límites de la tierra. Son las voces de una diversidad cada vez menor de especies más que humanas. Es la voz de la Tierra. El tema del Tiempo de la Creación 2022 nos invita a tomar conciencia de nuestra necesidad de escuchar la voz de toda la creación.

El salmista (19: 1-4) reconoce que oír la voz de la creación requiere un tipo de escucha que es cada vez más raro. Dentro de la familia cristiana ecuménica, existe una gama diversa de tradiciones que nos ayudan a recuperar nuestra capacidad de escuchar la voz de la creación. Algunos de los primeros escritos cristianos se refieren al concepto de la creación como un libro en el que se puede leer la sabiduría de Dios. La tradición teológica del libro de la creación corre como un hilo de oro desde los escritos de Orígenes a través de los escritores patrísticos como Tertuliano, Basilio de Cesarea y otros. Al igual que el salmista, San Máximo nos recuerda que todo el cosmos alaba y glorifica a Dios «con voces silenciosas», y esa alabanza no se oye hasta que le damos voz, hasta que alabamos a Dios en y con la creación. San Agustín escribe: «[La creación] es la página divina que debes escuchar; es el libro del universo que debes observar. Las páginas de la Escritura sólo pueden ser leídas por quienes saben leer y escribir, mientras que todas las personas, inclusa las analfabetas, pueden leer el libro del universo». Para un sermón de Adviento, Martín Lutero escribió: «Dios ha escrito [el evangelio] no sólo en los libros, sino también en los árboles y en otras criaturas.”

Un «libro» o un pergamino estaba destinado a ser leído en voz alta, y por lo tanto, era una palabra hablada que debía ser escuchada. Los pergaminos y los libros de la Escritura estaban destinados a ser leídos en voz alta, insuflados en una comunidad, y escuchados como una proclamación. El salmista que declara que la creación proclama la obra de Dios, también sabe que el libro de la Escritura revive perfectamente el alma, hace sabia a las personas sencillas, alegra el corazón e ilumina los ojos. (Salmo 19:7- 8) El libro de la creación y el libro de la Escritura están destinados a ser «leídos» uno junto al otro.

Debemos tener cuidado de no confundir los dos libros, ni de difuminar las líneas entre la razón y la revelación. Pero lo que «oímos» de la creación es más que una metáfora extraída de nuestra comprensión de la ecología y de la ciencia del clima. Es algo más que las ciencias biológicas y físicas que han configurado el diálogo entre la teología y las ciencias naturales desde la revolución científica. En su encíclica sobre Fe y Razón, el Papa Juan Pablo II reconoció que, si bien Cristo es el corazón de la revelación de Dios, la creación fue la primera etapa de esa revelación. Las armonías que surgen cuando contemplamos los libros de la creación y la Escritura forman nuestra cosmología sobre quiénes somos, dónde estamos y cómo estamos llamados y llamadas a vivir en relaciones armoniosas con Dios y con nuestras co-creaturas.

La contemplación nos abre a muchos modos de escuchar el libro de la creación. El Salmo 19 dice que las criaturas nos hablan del Creador. Tanto el equilibrio armónico de las ecologías biodiversas como los gritos de sufrimiento de la creación son ecos de lo divino porque todas las criaturas tienen el mismo origen y el mismo final en Dios. Escuchar las voces de nuestras co-creaturas es como percibir la verdad, la bondad o la belleza a través de la vida de una persona amiga y de un familiar. Aprender a escuchar estas voces nos ayuda a tomar conciencia de la Trinidad, en la que la creación vive, se mueve y tiene su ser. Jürgen Moltmann pide «un discernimiento del Dios presente en la creación, que a través de su Espíritu Santo puede llevar a las personas a la reconciliación y la paz con la naturaleza».

La tradición cristiana nos ayuda a aprender a escuchar el libro de la creación. La espiritualidad cristiana está llena de prácticas que mueven nuestro cuerpo a la contemplación en las palabras y en el silencio. Las prácticas litúrgicas y espirituales son accesibles desde la primera infancia hasta la edad adulta. Cultivar una espiritualidad de la escucha activa nos ayuda a discernir las voces de Dios y de nuestro prójimo o prójima entre el ruido de las narrativas destructivas. La contemplación nos hace pasar de la desesperación a la esperanza, de la ansiedad a la acción.

Para las personas cristianas, Jesucristo mantiene unidos los dos «libros» de la creación y la Escritura. Frente a la realidad de la ruptura, el sufrimiento y la muerte, la encarnación y la resurrección de Cristo se convierten en la esperanza de reconciliación con y de sanación de la Tierra. El libro de la Escritura proclama la Palabra de Dios para que podamos ir al mundo y leer el libro de la creación de una manera que anticipe este Evangelio. A su vez, el libro de la creación nos ayuda a escuchar el libro de la Escritura desde la perspectiva de toda la creación que espera con ansia la buena nueva. Cristo se convierte en una clave para discernir el don y la promesa de Dios para toda la creación, y en particular para todas las personas que sufren o se encuentran alejadas de nosotros y nosotras.

Durante el Tiempo de la Creación, nuestra oración y nuestra acción común pueden ayudarnos a escuchar las voces silenciadas. En la oración nos lamentamos por las personas, comunidades, especies y ecosistemas que se han perdido, y por quienes ven amenazados sus medios de subsistencia por causa de la pérdida de su hábitat y del cambio climático. En la oración nos enfocamos en el grito de la Tierra y en el grito de las personas pobres. Las comunidades de culto pueden amplificar las voces de la juventud, de los y las indígenas, de las mujeres y de las comunidades afectadas que no son escuchadas en la sociedad. Por medio de las liturgias, las oraciones públicas, los actos simbólicos y la incidencia política, podemos recordar a las personas desplazados o desaparecidas de los espacios públicos y de los procesos políticos.

Escuchar la voz de la creación ofrece a quienes integran la familia cristiana un valioso punto de entrada para el diálogo y para la práctica interconfesional e interdisciplinar. Las personas cristianas recorren un camino compartido como aquellas que poseen diferentes tipos de conocimiento y sabiduría en todas las culturas y sectores de la vida. Al escuchar la voz de toda la creación, los seres humanos nos unimos en nuestra vocación de cuidar nuestra casa común (oikos).

2022 Tiempo de la Creación Oración

Fuerza creadora de todo, De tu comunión de amor salió tu Palabra para crear una sinfonía de vida que canta tu alabanza.

Por tu Santa Sabiduría hiciste que la Tierra produjera una diversidad de criaturas que te alaban con todo su ser. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría.

Llamaste a los seres humanos a cultivar y mantener tu jardín. Nos pusiste en relaciones armoniosas con cada criatura para que pudiéramos escuchar sus voces y aprender a salvaguardar las condiciones para la vida. Pero solo miramos nuestro ombligo.

Cerramos nuestros oídos a los consejos de quienes comparten la vida con nosotros y nosotras. No escuchamos los gritos de las personas pobres ni las necesidades de las más vulnerables. Silenciamos las voces de quienes mantienen las tradiciones que nos enseñan a cuidar la Tierra. Cerramos nuestros oídos a tu Palabra creadora, reconciliadora y sustentadora que nos desafía desde las Escrituras.

Lamentamos la pérdida de nuestras especies hermanas y de sus hábitats, que nunca volverán a hablar. Lamentamos la pérdida de culturas humanas, junto con las vidas y los medios de vida que han sido desplazados o han desaparecido. La creación grita mientras los bosques crujen y los animales huyen del fuego de la injusticia que hemos encendido por nuestra falta de voluntad de escuchar.

En este tiempo de la Creación, te pedimos que nos llames, como desde la zarza ardiente, con el fuego sustentador de tu Espíritu. Sopla sobre nosotros y nosotras. Abre nuestros oídos y mueve nuestros corazones. Haz que dejemos de mirarnos hacia adentro. Enséñanos a contemplar tu creación, y a escuchar la voz de cada criatura que declara tu gloria. Porque «la fe viene por el oír».

Danos corazones para escuchar la buena noticia de tu promesa de renovar la faz de la Tierra. Ilumínanos con la gracia de seguir el Camino de Cristo en tanto aprendemos a caminar con suavemente sobre esta tierra sagrada. Llénanos de esperanza para apagar el fuego de la injusticia con la luz de tu amor sanador, que sostiene nuestra casa común.

En el nombre de Aquel que vino a anunciar la buena noticia a toda la creación, Jesucristo. Amén.

2022 Logotipo del Tiempo de la Creación:

La Zarza Ardiente «He oído el clamor…he visto la aflicción…¡Ven, ahora! Te enviaré…Estaré contigo» (Ex 3,1-12) La zarza ardiente es el símbolo del Tiempo de la Creación 2022. Le invitamos a utilizar el símbolo durante sus eventos. Hoy en día, la prevalencia de incendios no naturales es un signo de los efectos devastadores que el cambio climático tiene sobre los sectores más vulnerables de nuestro planeta. La codicia humana, la desertificación y el mal uso de la tierra provocan la desintegración de los ecosistemas, la destrucción de los hábitats y la pérdida de medios de vida y especies a un ritmo alarmante. La creación grita mientras los bosques crujen, los animales huyen y las personas se ven obligadas a emigrar por el fuego de la injusticia que hemos provocado.

Por el contrario, el fuego que llamó a Moisés mientras cuidaba el rebaño en el monte Horeb no consumió ni destruyó la zarza. Era una llama del Espíritu que revelaba la presencia vital de Dios. Este fuego sagrado afirmaba que Dios escuchaba los gritos de todas las personas que sufrían, y prometía estar con nosotros y nosotras si seguíamos con fidelidad todo proceso de liberación de la injusticia. Durante el Tiempo de la Creación, este símbolo nos llama a escuchar la voz de la creación, y a responder fielmente mediante la adoración, el arrepentimiento y la acción.

A Moisés se le dijo que se quitara las sandalias, porque estaba pisando tierra sagrada en presencia de Dios. Que este símbolo nos mueva a quitarnos las «sandalias» de nuestros estilos de vida insostenibles que nos desconectan de la creación y de nuestro Creador, a contemplar nuestra conexión con la tierra sagrada donde vivimos y a escuchar la voz de la creación.

En el sitio web https://seasonofcreation.org/
será además posible profundizar los temas,
consultar otros recursos
y conocer todos los eventos del Tiempo de la Creación 2022.

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