SECRETOS DEL OTOÑO

El significado etimológico de la palabra otoño se puede parafrasear como “la culminación del año”. Y no es extraño, porque corresponde al tiempo en que se realiza la cosecha final de la siembra, esa siembra realizada la primavera anterior, que comienza a fructificar durante el verano y culmina a la llegada del otoño.

Con la llegada del otoño, la naturaleza detiene su crecimiento visible y exterior y se concentra en un crecimiento invisible e interior. En una actividad oculta, los árboles expanden sus raíces, éstas crecen y ocupan un mayor espacio, dándoles una cada vez más sólida estructura de sostén, al mismo tiempo que ahondan su arraigo en la tierra. Secretamente modifican su alimentación, seleccionando nutrientes para fortalecerse, a la espera de la siguiente fecundidad.

Con el paso del tiempo, y el desarrollo de la cultura, nos hemos alejado tanto de la naturaleza que corremos el riesgo de perder de vista que formamos parte de ella; de perder de vista que lo que le ocurre a la naturaleza, nos ocurre a nosotros. El otoño es tiempo de agradecer la cosecha del año anterior y de serenidad y crecimiento interior; es tiempo de fortalecer nuestras raíces y preparar el alma para el desarrollo de nuevos proyectos y de nuevas esperanzas; es tiempo de renovar la fidelidad a los ciclos que marcan la acogida a la Vida en Abundancia y al empeño de construir un mundo mejor.

¡Feliz otoño para todas y todos!

Ana María Díaz, Ñuñoa

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